El acceso al tratamiento del dolor es un derecho humano tanto en adultos como en pacientes pediátricos. Los procedimientos con agujas no solo son dolorosos, sino que además pueden causar estrés en los más pequeños y en sus familiares.

La utilización de un anestésico local es una estrategia muy eficaz para aquellos niños y niñas que presenten nerviosismo, ansiedad y miedo a las agujas.

Este fármaco se debe poner sobre la piel entre media hora a dos horas aproximadamente antes de acudir a un centro sanitario, por lo que es importante que los padres y madres conozcan la forma correcta de aplicarlo en la zona de la inyección.

En este vídeo, realizado por la Fundación de Investigación del Hospital General de València, las enfermeras Chus Vidorreta y Lola Fuset, del servicio de Alergología del hospital explican en qué consiste un anestésico local y muestran la técnica para su aplicación: